Conferencia: “El deseo de la mujer”
ROSA LÓPEZ
Psicoanalista en Madrid – Miembro de la ELP – Docente del Nucep
Presentan:
ANA GAITERO, periodista de Diario de León
MAR ARIAS SARMIENTO, Psicoanalista – Psicóloga Clínica, Socia de la sede de la ELP en Castilla y León
«El goce femenino es ilimitado»
ROSA LÓPEZ PSICOANALISTA
DIARIO DE LEÓN 31/03/2017
ANA GAITERO | LEÓN
Rosa López, psicoanalista en Madrid y miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, pronuncia hoy en León una conferencia que bajo el título El deseo de la mujer, indaga en uno de los «misterios que más perturban a la humanidad. A lo largo de la charla desvelará también que la historia del psicoanálisis ha estado ligada a las mujeres y reivindicará la figura de Freud, como «el primero que escuchó las palabras de las mujeres», tal y como apunta en esta entrevista. La charla es a las 19.00 horas en la Fundación Sierra Pambley.
—¿Se puede reducir el deseo de la mujer a algo genérico?
El título de la conferencia no obedece a que haya una respuesta. El enigma del deseo femenino es ese territorio inescrutable que buscó Freud sin éxito. Es el gran interrogante freudiano: qué es lo que desea la mujer.
—¿Qué va a plantear entonces en su conferencia?
Explicar las coordenadas y razones por las cuales no existe y siempre constituye una especie de falsedad. Desde la mitología clásica hasta la ciencia han medido el deseo y goce sexual de las mujeres a través de parámetros fisiológicos. Ya en los papiros de Egipto se habla de la histeria. La mujer siempre ha producido cierto rechazo en lo social y lo cultural.
—¿También en la actualidad?
En la globalización el discurso capitalista es común y las sociedades solo se diferencian en la manera en que tratan a las mujeres. Por un lado están las que, como las islámicas, quieren velarlas y convierten la falta de inscripción de lo femenino en algo tapable, a las occidentales que las destapan para que veamos hasta la última costura. Las mujeres, como todo lo que se inscribe en lo real, es imposible de ser representado tanto en el campo de las palabras como de las imágenes. Y sin embargo, tanto o más se intenta representar: desde el útero migratorio hasta hablar ahora de la eyaculación femenina.
—¿El psicoanálisis contempla el deseo femenino como deseo sexual?
Voy a hablar de las mujeres en tres campos: el goce sexual, el deseo y el amor. Tres cosas que no siempre, o casi nunca van coordinadas. Hay un cuento sobre un rajá que buscaba la esencia de lo femenino viendo la danza de los siete velos. Cuando la bailarina se quitó el último velo y vio que no la encontró mandó que la despellejaran. El psicoanálisis demuestra que hay un repudio a lo femenino porque todo aquello que no podemos definir, nos inquieta.
—¿Representa una amenaza?
Lo femenino representa la alteridad absoluta para ambos sexos. Muchas mujeres no consiguen ubicarse en el terreno de lo femenino. Todo lo que interpretamos a propósito de lo femenino no son más que conjeturas. El psicoanálisis denuncia que hay un repudio de lo femenino y que se debe a la extrañeza que causa todo aquello que es indefinible. Sucede lo mismo con el racismo. No soportamos un goce que no conocemos.
—El feminismo representa ese deseo de la mujer de ser libre o protagonista de su historia. ¿Cómo se ve este movimiento desde el psicoanálisis?
Tienen todo el derecho a reivindicar sueldos iguales, las mismas oportunidades… pero hay que aceptar que la mujer es una alteridad.
—Decir que es imposible conocer el deseo de la mujer, ¿no es una forma de endiosarla?
Es interesante ese planteamiento, pero no tenemos representación de la mujer como no la tenemos de la muerte.
—¿Y no será un que se la mide con el patrón del patriarcado?
La medida siempre es fálica y el goce femenino no tiene medida. Es ilimitado y va más allá de cualquier medición. Con las mujeres no se pueden contar los orgasmos. Aunque tomen la palabra las mujeres no van a poder decir qué es lo femenino y de qué manera gozan.
—¿Tampoco Freud lo consiguió?
No, Freud descubrió el inconsciente escuchando a las mujeres. Es la tercera herida narcisista de la humanidad, después de Copérnico (astronónomo del Renacimiento que formuló la teoría heliocéntrica) y Darwin (teoría de la evolución humana). Nunca antes se había escuchado a las mujeres. No es casual que a través de ellas se dejara llevar a un terreno ignoto porque ellas también habitan un terreno ignoto. También Lacan ha descubierto su teoría del goce sexual femenino a través de las mujeres, sobre todo de Santa Teresa y otras místicas.
—¿Qué descubrió Lacan en las místicas?
Que hay un goce sexual femenino que no es fálico, que más bien se conecta con Dios.
—¿Es el miedo al poder de la maternidad lo que produce rechazo a la mujer?
Lo que asusta a los hombres de las mujeres no es la madre, es la mujer. Es el sexo femenino, la vagina. Tengo pacientes hombres que se aterrorizan ante la idea ante el sexo femenino. Mucha impotencia masculina es complemente psíquica: piensan que la mujer desea su pene y se lo va a quedar. Es más bien la falta de límite. De la misma manera que los psicóticos no tienen marco y les viene encima lo real, la mujer se sale del marco y molesta. A los hombres les da miedo el goce femenino, por eso algunos terminan agrediendo, escapando. Hay algo en la mujer que es inalcanzable porque es ilimitado.
—Entonces, ¿el psicoanálisis no ve posible una sociedad en igualdad?
Hay que intentar alcanzar la igualdad en la diferencia. Si nos igualan, nos aplastan. Tengo pacientes feministas que viven mal planteamientos como que la monogamia es una servidumbre del patriarcado.
—También se tacha a Freud de machista…
Freud es quien más dignidad ha dado a las palabras de las mujeres. Pensaba que le iban a desvelar el misterio de lo femenino. No sabía que ellas mismas no disponían de ese conocimiento. Llamar machista a Freud es la mayor injusticia de la ignorancia. Si no hubiera sido por él las histerias nunca habrían sido bien tratadas.
Viernes 31 Marzo 2017 – 19:00 horas
Fundación Sierra Plambey
C/ Sierra Plambey 2 León
(entrada libre hasta completar aforo)
Psicóloga en León